De cuando fui en Junio 2014,
Hotel Resort Now Jade Riviera Cancun Puerto Morelos.
No me gusto, en serio, lo odié.
Si piensas visitar este hotel no lo hagas por 2 noches, quédate más porque es injusto no poder disfrutar todo lo que ofrece y saldrás con un sentimiento de injusticia como me pasó a mí.
He visitado este hotel en varias ocasiones, esta última vez fue un fin de semana con una amiga para relajarnos del día a día y a olvidarnos de la dieta, definitivo lo cumplimos.
Nuestra habitación no tenía vista al mar, cosa que me hubiera gustado para ver el amanecer pero a quien engaño, me desperté tipo 9 am y ya el amanecer había llegado 3 horas antes. Nunca había estado en esa sección del hotel, en las habitaciones que dan vista al manglar y en serio, que privilegio.
El manglar con sus mil tonos de verde, con sus aves y el agua tranquila es hermoso. Si, seguramente hay cocodrilos pero no vi ni uno, que si hubiera visto uno estaría más emocionada que un niño en navidad.
La habitación, contaba con 2 camas matrimoniales, salita con pantalla, balcón con 2 sillas, mesita y una hamaca, baño con jacuzzi y un mini-bar que fue abastecido 2 veces al día.
Tiene un servicio Unlimited-Luxury además de disfrutar del sistema todo incluido en las áreas del hotel y sus restaurantes gourmet, que por cierto, algo padrísimo, no tienes que hacer reservación, así que olvídate de eso de “reservación con 24 hrs de anticipación”; si te quieres quedar en tu camita, el servicio al cuarto está incluido también.
No, no pedí nada al cuarto me la pasé disfrutando todo afuera.
Viernes: Check in, mojito de bienvenida en el bar del lobby y de ahí a la habitación, nos arreglamos y nos pusimos Más lindas y salimos a caminar por las áreas, había luna llena y se veía súper linda.
Drinks en el bar del lobby escuchando el grupo de música y de ahí a cenar al restaurante francés Mercure. Si sólo vas por una noche, cena ahí es delicioso.
¡Ojo! Si no acostumbras a cenar fuerte, recomiendo te saltes ya sea la sopa o la ensalada porque si no te quedaras con ganas de probar el postre y créeme, lo lamentarás.
De ahí fuimos al bar Scores que es un sport bar el cual estaba lleno ya que ese día hubo una boda por lo que el ambiente estaba muy divertido, ya saben, papás tratando de bailar como sus hijos, hijos avergonzados por los papás, novios comiéndose a besos, niños corriendo, en fin, muy muy divertido.
Sábado: Nos dijeron que el hotel estaba lleno y aun así no escuchamos ruido de borrachos en la noche o de puertas o de niños llorando. Despertamos tarde, no tan tarde pero el plan era levantarnos al amanecer para meternos al mar y limpiarnos la mala vibra y llenarnos de energía y esas cosas, ya saben, cosas que sabes que no harás pero quedas seriamente en hacerlas.
Desayunamos en el restaurante Carnival, algo ligero dijimos; había barbacoa y cochinita pibil, adiós la ligereza. Eso sí, no comí pastelillos :)
De ahí nos fuimos a disfrutar de la playa, del sol y de la arena y si, en realidad el hotel estaba llenísimo. Pero no tanto como para no encontrar unas sillas de playa con sombrillita.
El mesero muy lindo no dejó de llevarnos botellitas de agua y mojitos, durante toda la mañana.
Comimos en el restaurante Castaway, fish and chips muy ricos, con una copa de vino blanco.
Mi amiga tuvo que salir del hotel así que yo me fui a dormir un rato a la habitación y a disfrutar del jacuzzi.
Pastel y café en el Coco café por la tarde y de ahí nos pasamos al bar del lobby a disfrutar de la música en vivo y de una buena charla con mojitos obvio.
A la hora de cenar, fuimos al restaurante italiano pero después de comer todo el día yo solo comí una sopa minestrone pero mi amiga cenó un espagueti con mariscos que se veía muy rico.
Al día siguiente o sea el Domingo, nos fuimos a la playa otra vez, desayunamos tarde unos sándwiches de Coco Café y me despedí del hotel, mi amiga se fue más tarde ya que se quedó a ver la final del mundial en el teatro. ¿Ven por qué no me gusto? ¡No fui al spa!
En fin, cuando visiten este hotel por favor vayan por mínimo 4 noches.
Algunas fotitos extra:
